Júpiter en la Astrología

Simbolo-de-Júpiter

La mejor forma de acordarse del símbolo de Júpiter es pensar que es el número 24. Si nos fijamos, el primer trazo del símbolo hace de dos mientras que la parte inferior hace de cuatro, uniéndose en el camino.

Dignidades y debilidades

Domicilio: Sagitario y Piscis
Exaltación: Cáncer
Exilio: Géminis y Virgo
Caída: Capricornio

Astronomía

Júpiter es el quinto, y más grande, planeta del sistema solar; aproximadamente su tamaño es once veces el de la Tierra siendo su diámetro ecuatorial de 142984km. La distancia media respecto al Sol es de 778,4 millones de kilómetros.

Júpiter tarda, aproximadamente, 12 años en dar una vuelta alrededor del Sol. El movimiento máximo diario es de 15,40 minutos, su media es de 5 minutos.

Este planeta no está retrógrado todos los años. Además, tiene 63 satélites naturales y después de la Luna y Venus es uno de los planetas más brillantes en el cielo nocturno.

Los satélites principales de Júpiter fueron descubiertos por Galileo Galilei, de ahí su nombre satélites galileanos; de éstos satélites, que son los principales, destacan cuatro: Ío, Europa, Ganímedes y Calisto. El resto de satélites entra dentro de la categoría de satélites menores y se pueden agrupar en dos: Grupo de Amaltea y Satélites Irregulares.

Asimismo, Júpiter, además de la gran cantidad de satélites, también tiene en su órbita a múltiples asteroides, denominados troyanos para conmemorar a la Ilíada. En la actualidad se han descubierto cientos de estos asteroides orbitando alrededor de Júpiter.

Mitología

En la mitología antigua Júpiter (Zeus para los griegos) era el rey de los dioses, el cual gobernaba en el monte Olimpo. También es conocido como Dios del Trueno o el padre de los dioses y la humanidad.

Él y sus hermanos Poseidón (Neptuno), dios del mar; Hades (Plutón), dios del inframundo, gobernaban el mundo. Zeus era el hijo de Rea y Cronos (Saturno). Cronos logró anteponerse al resto de dioses y titanes castrando a su padre Urano. Por temor a correr la misma suerte, devoró a sus hijos recién nacidos.

Rea, harta de ver cómo devoraban a sus hijos, logró salvar a Zeus de este destino dándole a Cronos una piedra envuelta en una manta en su lugar. Sin que Cronos se percatase llevó a Zeus a Creta, donde encargó a las Ninfas que lo escondiesen y criaran.

Al llegar a la edad adulta, Zeus buscó vengarse de su padre y liberar a sus hermanos. Algunas versiones de este mito indican que Zeus obtuvo la ayuda de Metis, dándole ésta una poción que hiciese que Cronos vomitase a todos sus hermanos (y la piedra que Rea le dio).

Otra versión del mito, un poco más bárbara, narra que fue Zeus, en solitario, el que logró derrocar a Cronos y salvó a sus hermanos desgarrando el estómago de Cronos y sacándolos uno a uno de dentro. Esta lucha contra su padre duró diez años y cuando terminó, Zeus se proclamó ante sus hermanos como gobernante, repartiéndose el mundo – como dijimos – con Poseidón y Hades (Neptuno y Plutón).

Zeus se casó con la diosa Hera (para los romanos, Juno), diosa del matrimonio. No obstante, como era costumbre entre los dioses, Zeus tuvo innumerables amantes, tanto consentidos como no.

El rey de los dioses tuvo innumerables descendientes con una gran diversidad de gentes. Causa de los males de la devota Hera y hecho que hizo que su matrimonio se caracterizase por las continuas disputas. Hera persiguió sin piedad a los amantes e hijos de su marido en busca de venganza. Aunque Zeus trató de protegerlos siempre que le fue posible y castigó a Hera por su insensibilidad.

Hubo muchos intentos de derrocar a Zeus pero siempre logró superarlos. Durante esos momentos en los que se sintió seguro en su puesto, fue un padre generoso e imparcial que guió con dignidad los acontecimientos ocurridos tanto en el cielo como en la tierra. Los antiguos lo tenían en gran estima.

Júpiter en la carta astral

Tras analizar los planetas «personales» (Sol, Luna, Mercurio, Venus y Marte), llamados así porque son los que directamente se relacionan con las funciones psíquicas básicas del individuo, Júpiter y Saturno forman el dúo de planetas llamados «sociales».

Su movimiento a través del Zodiaco ya no es tan rápido como el de los planetas personales, pero su influencia en el destino individual y social de la persona sigue siendo importante. Dado el período orbital de Júpiter, todos los individuos nacidos en un año concreto tendrán el planeta en el mismo signo zodiacal.

Júpiter representa las «reservas» del individuo, el dinero que uno tiene. Se asocia con la abundancia, la expansión, los logros y también los excesos. Donde está Júpiter se «da mucho», «hay mucho». Se asocia con los privilegios, las recomendaciones y algún tipo de poder (relacionado con el dinero). Representa el crecimiento, el desarrollo y el aumento.

Bien configurado en la carta, da riqueza, abundancia y bienestar, así como una gran honorabilidad y sentido de la justicia. Si no lo está, otorga ostentación, hipocresía, derroche, amor a la vida fácil y al juego, quiebra e infortunio (por querer vivir a un nivel más alto del que se puede).

Desde un punto de vista más trascendental, Júpiter nos indica cómo uno busca la espiritualidad, a través de qué cosas y asuntos. Nos señala cómo son los dioses en los que uno cree, como es el esquema, el montaje espiritual interior de cada persona.

Además, como
Saturno también toca temas relevantes para la sociedad: la justicia (orden social), la moralidad (en el sentido de orden ético) y la religión (orden religioso). Temas que permiten la convivencia de diferentes individuos en una misma sociedad.

Júpiter
representa el principio de expansión. El signo en el que se encuentra Júpiter indica cómo la persona busca comprender la vida así como la forma que tiene de transmitir sus creencias – de cualquier tipo - al resto de personas.

La posición de la casa de Júpiter indica el área de la vida en la que un individuo busca expandir sus horizontes.

Júpiter se preocupa por la comprensión
del todo, es decir, holística, a diferencia de Mercurio que prefiere prestar mucha atención al detalle y a la conexión entre estos pequeños detalles.

A nivel práctico, Júpiter está asociado con la expansión de los asuntos de esa casa. Por ejemplo, Júpiter en la quinta casa (la de los niños) podría indicar que hay una predisposición a tener familia numerosa. En la segunda casa (la del dinero) podría dar riqueza. Aunque al final, estos son detalles generales, y no resulta tan simple, siempre hay que ver toda la carta en su conjunto para poder determinar correctamente su interpretación.

Cuando Júpiter realiza un aspecto enfatiza las cualidades de expansión y el significado del planeta inmiscuido. Si el aspecto es armonioso posiblemente el desarrollo se realice sin problemas. Si, por el contrario, es desfavorable habrá problemas en este proceso.



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